Caimán frito y cangrejos en los Everglades de Florida
Puesta de sol en el Parque Nacional de los Everglades, en Florida |
¡Bienvenidos a la nueva etapa de Eating in Spanglish! Después de un pequeño paréntesis -muy necesitado tras la publicación de De la página al plato-, estoy de vuelta con energías renovadas, y si me acompañáis, pienso seguir contándoos curiosidades y hablaros de las cosas ricas que se pueden comer por estas tierras.
Hoy os cuento mi visita a un rincón de los Estados Unidos que es realmente extraordinario,
tanto por su riqueza natural como por su belleza. Además, cuenta con varias
especialidades culinarias típicas que valen mucho la pena. Me refiero al Parque Nacional Everglades, una maravilla que sobrevive milagrosamente a la presión
urbanística que ha devorado casi todo el estado de Florida.
Lo más llamativo
de esta zona es el hecho de que es un parque natural protegido, y por tanto sirve de refugio a gran cantidad
de aves y vegetación autóctona. Resulta fascinante ver en su propio hábitat
animales poco habituales de ver fuera de un zoo o de un acuario, como manatíes, delfines, y sobre todo, los miles de caimaness (alligators)
que campan a sus anchas por el parque. Podéis verlos tomando el sol (manteniendo
las distancias, eso sí), si visitáis la zona de los pantanos.
Algunos de nuestros nuevos amigos |
¿Estaré demasiado cerca? Este especimen inmenso ni se inmuta |
También podéis probar la carne de caiman,
que se sirve en todos los restaurantes de la zona, y la verdad es que está
bastante buena. Aquí tenéis la foto de la "tapa" de "fried
gator" que me sirvieron:
Durante nuestra visita, nos
alojamos en el Rod and Gun Club, un hotel histórico situado en Everglades City, que aunque está un poco cascado por el paso
del tiempo, presume de haber alojado a varios presidentes (Hoover, Truman,
Eisenhower y Nixon), actores como John Wayne, Brut Reynolds, Sally Field, y Sean
Connery, estrellas de rock como Mick Jagger y escritores como Hemingway. ¡Un
sitio con mucha solera!
Nuestro alojamiento, una casita independiente en el hotel Rod & Gun Club |
El espacioso patio frontal del hotel. Foto: http://www.evergladesrodandgun.com/ |
Otra de las paradas obligadas en Everglades City es Triad Restaurant, donde hay que probar los blue crab o cangrejos de los Everglades. Allí podréis sentaros con vistas al mar y poneros las botas con una ración generosa de patas de cangrejo fresquísimas, recién pescadas y super sabrosas. Aquí tenéis la foto de mi plato, os aseguro que estaba de miedo.
Lo curioso de
estos cangrejos es que los pescadores los cogen del fondo, les cortan una pata
y los devuelven al agua; parece ser que a los pobres cangrejos les vuelve a
crecer la pata posteriormente. Increíble, ¿no?
Aparte de comer,
también se pueden hacer otras mil cosas, como hacer una excursión en lancha por
los pantanos
... visitar la
cosmopolita ciudad de Miami y sus playas
La famosa avenida Ocean Drive en Miami Beach, un paseo muy recomendable |
La playa de Miami Beach
.. o hacer senderismo, kayak o cualquier otra actividad al aire libre que os apetezca. En nuestro caso, tuvimos la suerte de que nos visitaran unos delfines mientras paseábamos en kayak. Una experiencia inolvidable.
Foto de:
|
Comentarios
Amiga Maria Paz:
Me encanta poder saber de tus viajes y correrías, probando siempre cosas interesantes. Ya casi temía que tu magnífico libro “De la página al plato” te hubiera fundido el interés sobre el tema dejándote centrada en la poesía.
Interesantes platillos de caimán y cangrejo que también a mí me gustaría probar. Bueno, el caimán lo dejaría para más adelante.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Amiga Maria Paz:
Me encanta poder saber de tus viajes y correrías, probando siempre cosas interesantes. Ya casi temía que tu magnífico libro “De la página al plato” te hubiera fundido el interés sobre el tema dejándote centrada en la poesía.
Interesantes platillos de caimán y cangrejo que también a mí me gustaría probar. Bueno, el caimán lo dejaría para más adelante.
Un saludo,
Sebastián Damunt
me alegra mucho saber que sigo contando con un lector tan fiel como tú. El paréntesis fue en parte por agotamiento y en parte por cuestiones laborales, pero ya estoy de vuelta y espero poder seguir dando guerra. También tenemos pendiente visitarte en tu rincón privilegiado junto al mar. No se me olvida,así que no te preocupes, que volveremos. !Abrazos!